Conoce a Coraline

Coraline nace el 17 de febrero de 2010

Coraline con un año

Equinoterapia

Coraline nace el 17 de febrero de 2010
Coraline va todos los días al colegio como otra niña cualquiera. Una ducha, la ropa, desayuno y al cole. Después de las clases suele tener extraescolares, aunque depende del día. Unos días es en el agua, en natación, y otros al aire libre, con los caballos. Después de un duro día Coraline cena, se acuesta, y descansa para el día siguiente, como hace cualquier otro niña de su edad.
Pero la realidad es que Coraline, de 7 años, hija de Francisco y Mirella, tiene una vida distinta a la de cualquier otra niña. Porque para ducharla, vestirla, y para comer, necesita la ayuda de sus padres, sino, ni come, ni se ducha, ni se viste. Porque Coraline tuvo nueve meses de una gestación perfecta y totalmente sana y sin embargo nació con Parálisis Cerebral.
Cuando Mirella comenzó a sentir contracciones, cuando ya tenía ganas de empujar, en lugar de atenderla y comenzar con el parto, hubo cambio de turno de enfermeras y la llevaron a sala de dilatación. Y allí estuvo Mirella dos horas, esperando. Cuando finalmente la atendieron, tras una hora y cuarto de parto (3 horas y 15 minutos en total desde que entró a la sala de espera) nació Coraline, sin oxígeno, y en coma.
Francisco y Mirella alegaron negligencia médica, pero no consiguieron nada. En el supuesto registro de parto que entregaron a Francisco y a Mirella hablan sobre un parto totalmente normal, nada que ver con la prueba pericial que los padres de Coraline utilizaron en el juicio. En esta prueba se aclara que no hubo una monitorización durante el parto, y si bien la hubo, fue con un aparato que no se encontraba debidamente identificado. A esto debemos sumarle que en el supuesto "registro de parto" que les entregaron, no se observa ninguna anomalía para el uso de ventosa, una herramienta que se utiliza para ayudar a la extracción del feto, cuando realmente sí que fue necesaria su utilización. Meses más tarde, una persona del hospital -cuyo nombre no mencionaré ya que pone en riesgo su trabajo- admitió a Mirella que, efectivamente, había sido una negligencia médica. El juicio ha sido llevado al Tribunal Supremo, la pareja de momento se encuentra a la espera de sentencia.
Mantener a una persona con parálisis cerebral cuesta dinero, mucho dinero. Al principio Mirella y Francisco estaban solos. Está la Ley de Dependencia y la de Hijo a Cargo, pero ese dinero será a lo sumo el 5-10% de lo que les cuesta todo. Hay que pagar el fisioterapeuta, la piscina, la terapia con los caballos... Y sobre todo la adaptación.
"Respecto al coste de las adaptaciones, estamos hablando de cantidades muy grandes, y ayudas muy pequeñas. En la silla adaptada hay que ponerle un molde, porque Coraline no sujeta ni la cabeza. Y hay que cambiarlo todos los años, porque ella va creciendo", cuenta Francisco.
Recaudación
Para costear los gastos de la silla adaptada de Coraline, comenzaron a vender bolígrafos a un euro. Más tarde, la asociación "Cadena de favores" les contactó y decidió ayudar a su causa con un mercadillo. La gente del barrio también se unió a la causa y decidieron destinarles un tanto por ciento del dinero recaudado en las fiestas. Al final, gracias a una recolecta que hicieron en el barrio, y por redes sociales con el lema: “Te queremos Coraline”, pudieron comprar una silla adaptada para Coraline, una silla que, desde luego, no fue barata.
A su vez, otro medio por el cuál pudieron recaudar dinero fue a través de un torneo de padel que en un principio estaba orientado en el apoyo del pequeño comercio burgalés, sin embargo los diferentes patrocinadores de este torneo se sumaron a la causa y aportaron su granito de arena por Coraline.
Tienen sus dificultades, Francisco trabaja todo el día y Mirella tiene que estar cuidando a Coraline y Cristopher, su hijo menor; apenas tienen tiempo para otras cosas.
"Tenemos para comer. Yo he tenido que dejar el trabajo para cuidar de mis hijos. Podría seguir trabajando y pagar a alguien que cuide de ella, pero al final estaría trabajando para pagar a esa cuidadora, y no sale rentable. Además, quén va a cuidar mejor de Coraline que sus propios padres", cuenta Mirella.
Coraline tiene una agenda muy ajetreada todas las semanas. Además del colegio, acude al centro APACE de Burgos para jugar con las actividades que realizan para personas con problemas de psicomotricidad. Además, también tiene natación, y ahora, hace poco, ha añadido una nueva actividad a su agenda: Terapia con caballos.
En el colegio y en casa, de rato en rato, cuando puede, Coraline escucha los cantajuegos. El oído es su entrada potencial al mundo, como dice su padre:
"Coraline a nivel de música es todo. Coraline es música. Es música y cantajuegos".
(El payaso tallarín es la canción favorita de Coraline)
La vida de Coraline puede resultar un poco dura a ojos de aquellas personas que no conocen lo que es tener un hijo o hija con parálisis cerebral. Y más ahora, que Coraline está en una época en la que llora mucho y, al contrario de la mayoría de las veces, Francisco y Mirella no saben muy bien por qué. De todas maneras, Coraline, en su pequeño y precioso mundo, es feliz.
"Coraline es así. Tampoco nos podemos hacer a la idea de verla andando, hablando, ni haciendo nada. Y a ella le pasa lo mismo. Ella no conoce otra vida. No es lo mismo no poder caminar habiendo caminado antes, que no haber caminado jamás. Nosotros sabemos lo que Coraline se pierde, pero ella no lo sabe, ni lo echa de menos tampoco, por lo tanto es la niña más feliz del mundo." afirman sus padres.
